¿Sabías que si cambias el enfoque de tus pensamientos acabas transformando el modo de ver lo que te rodea? La importancia de pensar en positivo se traduce en vivir una vida más sana en todos los sentidos, desde lo emocional hasta lo físico.
No puedes cambiar las circunstancias o experiencias negativas que te ha tocado vivir pero sí el modo en cómo las vives, la actitud en cómo las afrontas.
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento” Viktor Frankl
Cuando enfocamos nuestra atención en recuerdos de alguna experiencia dolorosa o en hechos que nos produjeron malestar, acabamos por estancarnos en el bucle de la negatividad.
Revivimos una y otra vez esas imágenes o sensaciones lo que nos lleva a perpetuarnos en un dolor constante, en unas emociones negativas que van minando nuestro ánimo y restando energía para avanzar en nuestra vida.
Salir de estos pensamientos negativos es una tarea personal, lo que significa que únicamente tú tienes la llave para invertir esta tendencia.
Si te levantas maldiciendo lo mucho que tienes que hacer ese día, el tiempo que vas a perder por culpa del tráfico, la odiosa lluvia que no te va dejar hacer las tareas fuera de casa, lo único que te va a llevar es a alimentar un estado emocional de malestar.
¡Permanecer en la queja nubla nuestra visión de la realidad!. Ten por seguro que si quieres ver algo negro aunque sea blanco lo verás del color que te has empeñado en ver.
¿Te ha pasado alguna vez el creer insistentemente en que algo te iba a suceder y finalmente sucedió? Es lo que llamamos la “profecía auto-cumplida”.
Se trata de un pensamiento predictivo que una vez se convierte en acción acaba por hacer realidad la expectativa de ese pensamiento.
Si piensas “No voy a saber que poner en el examen” de un modo firme y convincente en el momento que realizas el examen, el focalizarte en ese pensamiento te producirá tal nerviosismo que acabará por impedirte concentrarte en las respuestas. Profecía cumplida, ¡no has sabido que poner en el examen!
¿Cómo puedo cambiar mi enfoque y empezar a pensar en positivo?
En primer lugar sé consciente de qué es aquello que te arrastra a esos pensamientos negativos. Tómate unos momentos para reflexionar sobre lo que te genera inquietud, malestar y qué es lo que provoca que pienses de ese modo.
Pregúntate:
-
¿Qué de cierto hay en estos pensamientos?
-
¿Qué siento cuando me centro en estos pensamientos?
-
¿Qué pasaría si pienso lo contrario?
-
¿Cómo me sentiría si pienso lo contrario?
Para empezar a pensar en positivo tienes que tomar consciencia de tus pensamientos negativos y de cómo acaban influyéndote, valga la redundancia, negativamente en tu bienestar emocional.
El cambio de enfoque en las situaciones que vives te ayudará a darle un giro completo al modo en cómo afrontarás tu día a día. Además, asumir una actitud positiva frente a los problemas generará una mayor creatividad para resolverlos y una mayor disposición a actuar.
Pensar en positivo no es mantenerse en un constante optimismo, sino ser realista con lo que nos rodea para poder desafiar los obstáculos con la mejor actitud y predisposición.
No lo dudes,
¡cambiar de enfoque y pensar en positivo te llevará a la acción!